bandas: Minus The Bear + Madee + Jettison

sala: Siroco
aforo: unas 170 personas
promotor: Emotiva

 

Con el otoño en nuestras calles y la noche llegando cada día un poco más temprano, comienza un año más la temporada alta de conciertos en Madrid. Ya han parado unas cuantas buenas bandas por los escenarios de la Villa, pero el cartel de la noche del 13 de Octubre merece mención especial. Tres grupos de gran envergadura sobre un mismo escenario, el de la acogedora sala Siroco, dispuestos a dar lo máximo ante el bullicioso público que había elegido hacer algo diferente un miércoles de resaca festiva.

Con una puntualidad impropia de las actuaciones en la sala de la calle San Dimas, a causa del triple cartel de la noche, Jettison comenzaban una actuación donde la disciplina se impuso como patrón de guía, y en una corta actuación repasaron algunas (pocas) de las pistas de su gran Heat Wave, con parte del público aún por llegar y el que allí había aún por situarse. Muy pero que muy corta su actuación, haciendo más ruido que en disco y mostrándose como una promesa hecha realidad dentro del panorama del rock independiente europeo.

Tratando de evitar una espantada como la que se vivió el día de Minus The Bear y Madee en la Moby Dick, los catalanes fueron elegidos para cerrar las actuaciones del miércoles. Ahora era el turno de los de Seattle. Día especial para Dave Knudson, cumpliendo años a miles de kilómetros de casa.

Pronto los cinco músicos americanos tomaban la misma disposición en el escenario que aquel día de Mayo, y en previsión de que fuese así, decidí alejarme de la posición del peligroso e inquieto movimiento de Cory Murchy y su bajo y acercarme hasta las cercanías de Dave Knudson, nada mejor para comprobar el 'feeling' de este muchachote a la hora de interpretar su música. Sin duda son él y Erin Tate, el batería de la formación, los que se encargan de echar leña al asunto para dejar el ambiente al rojo vivo. El que se ganase la condición legendaria practicando su estilo en Botch dio un recital, demostrando sus habilidades técnicas, su control total del ritmo y haciendo gala de una entrega llena de sudor y energía, convirtiéndose en el rey indiscutible de la velada. Sonaron canciones del último álbum de Minus The Bear, y también alguna del reciente They Make Beer Commercials Like This para ARRCO. Tema tras tema, las ovaciones del público se encargaban de rellenar los interludios entre canciones, mientras Jake Snider nos lo agradecía en un tímido castellano. Sin duda los momentos estelares llegaron con los temas de su Highly Refined Pirates, sobre todo con Monkey!!!Knife!!!Fight!!!, Absinthe Party at the Fly Honey Warehouse, y Spritz!!!Spritz!!!, y sin duda lo peor vino cuando pasados unos escasos 40 minutos desde el comienzo de la actuación de Minus The Bear, los cinco americanos se desligaban de sus instrumentos y nos comunicaban que no les era posible hacer ninguna más, dejando la temperatura de la sala muy elevada. Una lástima.

La noche entraba en su recta final. Sin movernos demasiado para no perder el sitio, pero con menos ganas que al principio de la noche, Madee empezaron a poblar el escenario, tantas veces visitado por ellos, de la madrileña Siroco. El ánimo de ver a esta banda no es el mismo cuando es la cuarta vez (si mal no recuerdo) que tocan este año en Madrid, pero la calidad contrastada de los de Cabrils, su envergadura en el escenario y saber que caería algún tema nuevo, fueron alicientes de sobra para mantener la atención durante los siguientes 60 minutos.

'Hola, somos Madee' se presentaba Ramón, por si algún despistado no sabía que estaba frente a una de las bandas de la actual escena barcelonesa rock de raíces emo. Por que Madee, aunque en disco tengan muchas influencias ochentistas y el espíritu del pop cubra gran parte de sus canciones, su directo les desprende de todo esto y deja al descubierto el núcleo más mordiente de sus composiciones. Abriendo con canciones de su Secret Chamber (It's a Wonderful Lie, Clusmy), pronto motivaron a los que saben cuando hay que alzar la voz en los conciertos de estos seis, y sirvieron de perfecta introducción para quienes aun están por aterrizar en la discografía de los de BCore. Madee han llegado a un estadio de confianza plena en sus cualidades y eso se nota sobre un escenario. Controlando perfectamente todos los ámbitos de una actuación en directo, y en el momento justo, echan mano de la cercanía con el público, o de su repertorio más novedoso, o de aquel más alejado en el tiempo, para ir creando un ambiente de concierto ideal. Fallen Heroes fue la primera de las nuevas en sonar, canción que lleva sonando unas semanas desde la web de BCore. Una interpretación más contenida que los temas que ya habían tocado pero sin duda muy trabajada, dejó a las cuatro canciones nuevas al nivel del resto dentro del concierto. Especialmente intensa fue Orion's Belt (oraions), una larga y evasiva composición, sutil y desgarrada, nuevo triunfo para el palmares de los de Bcore / Cydonia.

La única banda que pudo hacer un bis se dejó querer antes de salir de nuevo a las tablas. En este momento se creo un paréntesis donde los momentos de incertidumbre se fueron sucediendo debido a los problemas de Ramón para encontrar una guitarra que sustituyese la suya. Alguna vaga improvisación y comentarios jocosos rellenaron el espacio de tiempo hasta que, solucionado el percance, el sonido de Madee volvió a invadir el ambiente de la sala. Sparrow, de su primer álbum, y una versión de dEUS pusieron el broche a una actuación grande, como siempre, de estos seis muchachos.

Y si a todo esto se le añade que con la entrada se incluía el single Jinniyah, adelanto del 3er trabajo de Madee, el resultado convierte la propuesta de Emotiva en un sacrificio pocas veces visto para hacer que cada personita que vaya a uno de sus conciertos regrese a su casa con un recuerdo inmejorable en sus corazones. Así es como yo me fui. Gracias a todos.