A Perfect Circle + Melissa Auf Der Maur. La Riviera. Sold Out.

Keenan regresaba a España, esta vez bajo el nombre de A Perfect Circle y
con una compañía de excepción. Y para servir de aperitivo, Melissa Auf Der
Maur
estaba desarrollando los temas de su primer álbum en solitario cuando
entramos a La Riviera. Siguiendo de cerca el estilo marcado por su
compañera de batallas en Hole, Melissa trazó un previo muy cercano al
grunge noventero más puro, con una banda que parecía hecha con calzador,
pero con ganas e ilusión. Más de cuarenta minutos de rock escuela Seattle y
Melisa Auf Der Maur nos dice adiós con el mejor tema de su álbum dejando
paso a la banda protagonista de la noche. A Perfect Circle.

Tras un inciso de una media hora para preparar el escenario de APC, aparece
en escena y con poca luz la alineación que Maynard traía consigo. Arriba a
la izquierda, James Iha ataviado con bufanda y su guitarra, abajo y también
situado a la izquierda, Twiggy Ramirez al bajo, Howerdel abajo a la derecha
a la guitarra titular, el maestro Josh Freese atrás a la batería, y sobre
todos ellos, en el centro y tras una cortina que impedía localizarle
exactamente, Maynard James Keenan iluminado desde distintas perspectivas y
con la sombra de una espiral a cuestas, Vanishing empieza a deslizarse por
La Riviera. Siempre envueltos en un halo de oscuridad, nunca accediendo a
primeros planos, y con Keenan como todopoderoso conductor de la noche
fueron entregando sus melancólicas composiciones a los presentes. Sonaban
canciones del Thirteen Steps y del Mer De Noms por igual. Howerdel y Keenan
eran los verdaderos protagonistas de la noche, de ellos salía la energía y
la calma. A su altura, Freese impresionante a la batería controlando a la
perfección la contundente rítmica del combo. James Iha en su habitual pose
mirando hacía abajo como que está haciendo otra cosa, pero acertando
perfectamente en la ejecución de los sonidos más espaciales o de los riff
de acompañamiento, atento a los detalles. Detalles, como el que se le
ocurrió a mitad de la actuación cuando entono uno de tantos himnos
juveniles preadolescentes de los Back Street Boys, entero.

Dónde hay que pararse especialmente es en la verdadera figura de la
actuación. Maynard Keenan, sin dejarse ver, pero mostrando su interior a
través de su voz, vomitando sentimientos y confusiones como en The Hollow,
o apadrinando dulces melodías nostálgicas como en The Nurse Who Loved Me.
O todo ello a la vez. Adoptando su postura clásica de rodilla a tierra en
los momentos de más furia fue dando una lección de cómo utilizar la voz
como instrumento que taladra todas las capas hasta llegar dentro, muy
dentro. En todas las canciones, era el máximo estandarte. Cayeron
prácticamente todas las que han escrito. Weak And Powerless, Gravity,
Orestes, Blue
. Pero especialmente quedarán en el recuerdo para mi The
Package, The Outsider
y el punto final con Judith y el tremendo grito de
despedida de Keenan.

Apróximadamente hora y media de actuación y el público rendido a sus
pies. Se marcha la banda, pero se queda Iha.Y con su característico
sentido del humor y algún punteo de guitarra, se despide una de las bandas
que mejor hansabido adaptar el rock más metalero con la nostalgía, la
emotividad y la fuerza. Aun con todo, prefiero a Tool